Tradición e Innovación en las Artes Marciales – Parte 2

Tradición e Innovación en las Artes Marciales – Parte 2

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“Yo no temo al hombre que ha lanzado 10,000 patadas diferentes, yo temo al hombre que ha lanzado una patada 10,000 veces”

Bruce Lee

Shuhari

En las artes marciales japonesas, existe el concepto de Shuhari 守破離, que describe la evolución de las diferentes etapas de aprendizaje del debutante hasta alcanzar la maestría de su arte. Shuhari se podría traducir como «primero aprender, después desprenderse y finalmente trascender»:

  • En la primera etapa de aprendizaje llamada SHU (守), el debutante debe aprender a proteger y respetar la sabiduría tradicional, aprendiendo técnicas y habilidades fundamentales, a base de copiar correctamente todas las técnicas de su maestro. En esta primera fase, el alumno aprende a través de la imitación y la repetición de las formas. En esta primera fase el aprendiz investiga y descubre
  • En la segunda fase, llamada HA (破), el practicante empieza un proceso de desapego respecto a las ilusiones y se desvela del sueño de la tradición. Después de varios años de práctica y entrenamiento, cuando el alumno ha conseguido un alto grado de maestría, llega el autorreconocimiento y la experimentación, ahora si, se le es permitido desarrollar y mejorar las técnicas, eso si, siempre manteniendo la base de las técnicas básicas y fundamentales.
  • Finalmente, en la tercera y última fase, llamada RI (離), el practicante ha interiorizado las enseñanzas y ya todos sus movimientos son naturales. Deja de aferrarse a formas o estilos, trascendiendo lo puramente físico. Ésta es la máxima expresión del arte, cuando después de muchos años de autodesarrollo el practicante empieza a ser capaz de innovar al poder desarrollar todas las formas de manera natural, sin detenerse a pensar cada movimiento.

Estas tres etapas se pueden nombrar de otras formas, por ejemplo en los diferentes grados o niveles de desarrollo, en el budo estos grados relacionan con la tradición de la transmisión de grados a través de makimonos o manuscritos de certificación.

  1. TAIHEN: (Grado o nivel del cuerpo) Aprendiendo la forma; aprendiendo a través del movimiento del cuerpo. Es la fase SHU del entrenamiento en la que aprendes una cosa nueva.
  2. KUDEN: (Grado o nivel de Vacío) Rompiendo la forma; rompes la forma a través de la experiencia que desarrollas por ti mismo, con tus compañeros de entreno y con la ayuda y los consejos de tu maestro. Es la fase HA del entrenamiento en la que comprendes lo aprendido.
  3. SHINDEN: (Grado o nivel de espíritu) Abandonando la forma; vas más allá de la forma y la propia forma “naturalmente”, es el propio espíritu que alimenta tu entendimiento de movimiento corporal. Se pueden adaptar tus acciones sin pensar porque se es uno con la técnica.

El movimiento existe y el practicante lo manifiestas naturalmente, incluyéndolo en diferentes situaciones y medios. Es la fase RI del entrenamiento en la que se va más allá llegando a aprendeher (con H intercalada), interiorizar y hacer propia la comprensión.

Adicionalmente, este concepto no es propio únicamente del budo ya que, en algunas artes marciales, como en las chinas (popularmente conocidas como Wushu) tienen un concepto similar de tres etapas hacia la Maestría:

  • 地 DI (Tierra) El practicante aprende lo básico, se busca que experimente los movimientos y formas en los niveles fundamentales.
  • 人 REN (Humano) Este segundo nivel es el inicio, el alumno esta listo para aprender de verdad. Aalgunos maestros marciales chinos equiparan la entrada a este nivel con el cinturón negro o 1r Dan en el sistema de cinturones japonés.
  • 天 TIAN (Cielo) Este es el nivel dado por la experiencia y la maestría. No hay pensamiento, el movimiento fluye y el espíritu se mueve como los elementos.

Como curiosidad, comentar que los antiguos sistemas japoneses, como el shinobi o ninja, adoptaron también este concepto chino en relación al grado de evolución del practicante (CHI 地  – JIN 人  –  TEN 天  respectivamente).

Investigación, Desarrollo e Innovación o I+D+i

Trasladándonos a un contexto, a priori tan alejado como el mundo de la tecnología y la innovación, podemos como el concepto de shuhari se puede relacionar con el proceso de Innovación o de I+D+i (Investigación, Desarrollo e Innovación):

  • Investigación. Corresponde a la fase SHU en la que se aprenden las reglas, técnicas o conceptos del conocimiento existente. Este primer eslabón podemos relacionarlo también con el concepto On Ko Chi Shi desarrollado en la primera parte del post sobre tradición e innovación en las artes marciales.
  • Desarrollo. Corresponde a la fase HA. Al conocer la forma a la perfección es cuando podemos empezar a romper las reglas al experimentar y desarrollar más allá de los límites de éstas. En este punto vamos probando, descartando o validando los resultados de los experimentos.
  • Innovación. Correspondiente a la fase RI. Con todo el conocimiento previo aprendido de las bases de la tradición, más el nuevo conocimiento adquirido al experimentar y validar los nuevos aprendizajes el innovador es capaz de trascender las formas preexistentes siendo capaz de crear otras nuevas reglas de juego.

¿Qué tipo de budoka eres?

Volviendo al mundo de las artes marciales, podemos definir dos tipos de practicantes en función de su intención o compromiso con el desarrollo de su aprendizaje. Por un lado, tenemos al buscador, este es aquél practicante que, a pesar de los años, sigue y se esfuerza por aprender, experimentar, probar y desarrollar lo aprendido, estos son los que podrán llegar a ser considerados verdaderos artistas. Estos son los guerreros que a través de su dedicación y perseverancia son capaces de trascender su condición de artesanos, volviendo a un estado de natural esencial y creador, como niños que ven y experimentan el mundo como si fuese siempre la primera vez.

Por otro lado, tenemos al conformista, aquél que se limita a imitar y seguir lo que alguien desarrolló. En cierta medida es como un vaso lleno, o un cuenco boca abajo, se ha acomodado en su zona de confort. Puede ser que llegue a realizar grandes ejecuciones técnicas, quizás hasta éstas sean más virtuosos que las de su propio maestro. Puede llegar a ser un gran artesano, pero siempre que no esté dispuesto a arriesgar para dar su propio salto evolutivo carecerá de la luz que caracteriza a los verdaderos artistas marciales.

Con ello, quiero invitarte a reflexionar sobre que tipo de budoka eres, si eres alguien dispuesto a perseverar, experimentar y arriesgar, o si te limitas a copiar e imitar, siguiendo únicamente el camino que otros han marcado

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